Entrevista a Luis Vilches. Presidente de la Unión Profesional de Colegios de Ingenieros

Claudia Pastor 26 de diciembre de 2018 0
Entrevista a Luis Vilches. Presidente de la Unión Profesional de Colegios de Ingenieros

«El Pacto de Estado por la Industria busca crear empleo de calidad, dar estabilidad a la economía española y mejorar la competitividad mediante la mejora tecnológica y el conocimiento».

¿Cuál es el papel principal de la Unión Profesional del Colegios de Ingenieros? ¿Qué puntos principales quiere introducir durante su presidencia?
Unión Profesional de Colegios de Ingenieros (UPCI) nace para coordinar las actuaciones de las profesiones de ingeniería representadas , defender los valores característicos de éstas y promover su perfeccionamiento. Además, UPCI realiza una labor de orientación social apoyada en los conocimientos técnicos de las respectivas profesiones, como la que estamos realizando junto con el Instituto de la Ingeniería de España con el Pacto de Estado por la Industria.

La UPCI, ¿cómo valora la propuesta de Pacto de Estado por la Industria del Gobierno Español? ¿Cuál es la implicación de la UPCI en él y qué aportaciones hace?
El Pacto partió de una iniciativa conjunta de UPCI con el Instituto de la Ingeniería de España (IIE). El Instituto representa a las asociaciones de ingenieros y nosotros (UPCI) a los colegios. Somos entidades que estamos trabajando de forma coordinada para lograr el máximo de apoyos posibles involucrando a partidos políticos, sindicatos, empresas y organizaciones empresariales y al Gobierno de la Nación y de las Comunidades Autónomas. El objetivo del Pacto de Estado por la Industria es que ésta represente un 20% en el PIB desde el 14% actual, lo que, de adoptarse, representaría una importante contribución a la creación de empleo estable y de calidad, y aportaría una mayor estabilidad a la economía.
Respecto a la colaboración con Andalucía UPCI y IIE apoyaron la creación de ASIAN (Asociación Superior de Ingeniería de Andalucía) que agrupa Ingenierías, en unos casos como Colegios y en otros como Asociaciones. Colaboramos en una presentación que se hizo en Sevilla en abril 2016 y que se materializó en unas propuestas a la Junta de Andalucía ,que consideró muy conveniente la firma del pacto por la Industria en Andalucía. Este tomó forma y a finales de año, estaba firmado por 80 entidades, entre las que se encontraban las grandes empresas, todas las universidades, empresarios y uniones de empresarios, etc. con la excepción de la CEA, CCOO y UGT. Para sorpresa de muchos, en diciembre 2016 estando todo listo, la Junta de Andalucía dio un giro para promover un nuevo pacto exclusivo entre la Junta, CEA, CCOO y UGT. El acto de la firma fue a finales de enero 2017 y su objetivo básicamente es el desarrollo de la Estrategia Industrial de Andalucía 2020 (EIA2020). Nuestras noticias son que hasta la fecha su progreso ha sido muy reducido. Para ASIAN fue una gran frustración, como organización de carácter profesional y libre de conflictos de intereses económicos o políticos.

En España existe un desequilibrio en la industria entre comunidades. ¿Cuál es su visión general de esta situación? ¿A qué cree que es debido, a decisiones políticas, a la riqueza o escasez de recursos o a la formación en educación superior?
En Andalucía, donde la capacidad industrial puede ser aumentada de forma importante, actualmente 12,1% de PIB industrial contra 17,8% en España y 17,5% media de la UE, se tienen identificados ciertos factores que dificultan su progreso como son: tamaño de las empresas, baja densidad empresarial, baja formación a niveles de empresarios y trabajadores, baja inversión de I+D+i, difícil emprendimiento por financiación y soporte administrativos, dificultades y tiempos excesivos para la implantación de empresas, necesidad de atraer inversores, etc.
Ahora bien, la situación puede cambiar de forma importante si se combinan dos realidades que avanzan al tiempo. Una la promoción de un Pacto de Estado por la Industria a nivel del Estado con el compromiso y las políticas para incrementar la contribución de la Industria como mínimo hasta el 20%, y otra la irrupción imparable de las Nuevas Tecnologías, con el Internet de las cosas, el Big Data, la impresión 3D, el 4.0, la Industria Conectada… que de alguna manera nos vuelve a poner a todos los países del mundo en una especie de nueva Base Cero, en el que los costes marginales que hace cuarenta años hizo desaparecer Industria de Europa y desde luego de España, pierden efecto y una nueva política industrial permiten recuperar actividad industrial digamos, convencional.

El horizonte 2020 de la Unión Europea plantea esta fecha para alcanzar unos objetivos de innovación y modernización de la industria. ¿Cómo valora las decisiones que se están llevando a cabo a este respecto?
Desde el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, concretamente desde la Secretaría General de Industria y de la Pyme se está impulsando la Industria 4.0 e Industria Conectada, mostrando verdadero interés en que las empresas tomen conciencia de la necesidad de la digitalización.
Los objetivos son incrementar el valor añadido industrial y el empleo cualificado en el sector; favorecer el modelo español para la industria del futuro y desarrollar la oferta regional y local de soluciones digitales; desarrollar palancas competitivas diferenciales para favorecer la industria española e impulsar sus exportaciones, trabajando para que las empresas den el salto que permita a la industria recuperar el peso en el PIB que nunca debió perder».
Todo ello posiblemente con el Pacto de Estado por la Industria que deberá comprometer al Gobierno de la Nación, a los partidos político, a los sindicatos, Comunidades Autónomas y a la Sociedad Civil como la que representamos, UPCI, IIE y ASIAN.

A nivel europeo, ¿existe algún caso de industrialización exitoso que pueda servir de guía a España?
Han habido países en el mundo como USA, Japón y Corea, y en Europa, Bélgica y Alemania que han mantenido un nivel importante de actividad industrial y se han defendido mejor de la crisis de 2007 y de esta década.
De todas formas cada cual, aunque use experiencias o referencias de éxito, debe buscar su propio modelo de desarrollo industrial en función de su punto de partida y condicionamientos históricos.
Afortunadamente el Ministerio de Economía Industria y Competitividad tiene las ideas claras y además está contando con los sectores industriales y con organizaciones o instituciones como las nuestras para fijar el modelo que debe afrontar España.

En su opinión, ¿cuáles son las trabas a las que se enfrentan las empresas extranjeras cuando quieren invertir en industria en España?
Actualmente vivimos circunstancias excepcionales, que esperemos se reconduzcan, pero todo aquello que contribuya a la incertidumbre. Además hay una falta de flexibilidad al contrario que en terceros países.

Respecto a la industria andaluza, ¿cuál es la visión del UPCI sobre su situación actual dentro de España? ¿Cuáles son sus fortalezas y qué cree que se debe mejorar?
Me consta que ASIAN considera fundamentales la creación de la Ley de Fomento Industrial de Andalucía, que reduzca las normativas y reglamentaciones y se unifique en una sola Ley con objeto de asegurar una efectiva seguridad jurídica y que simplifique la tramitación y se nombre un único interlocutor con las administraciones.
La fortaleza de Andalucía es su riqueza y las posibilidades de crecimiento. Las mejoras potenciales ya quedan expuestas en el punto 3.

Desde la UPCI, ¿qué mejoras proponen para desarrollar un tejido industrial fuerte en España? ¿Qué mensaje quieren elevar a la Junta de Andalucía y a los Colegios de Ingenieros?
Los principales retos actuales son principalmente la adaptación al mercado cambiante que nos encontramos: la industria 4.0 es uno de los principales retos, pero también la búsqueda de nuevos mercados, y nuevos modelos de negocio, ya que no podemos centrarnos exclusivamente en el mercado español. Según estimaciones de la OCDE, el PIB de nuestro país podría crecer en 35.000 millones de euros hasta el año 2020 si se implementan las medidas adecuadas para la digitalización. Afortunadamente, nuestros profesionales tienen capacidad de adaptación para conseguirlo.
El modelo de industria 4.0 afecta a todo tipo de empresas en el mundo, ya que hace que todos los actores vuelvan a un punto de partida en el que, si uno no se adapta se arriesga a perder todo y, por lo tanto, crea, al mismo tiempo, una serie de oportunidades económicas sin precedentes, que hay que aprovechar para conseguir recuperar industria en nuestro país y alcanzar el objetivo de 20% industrial en el PIB.

Usted es ingeniero naval. En los últimos años la crisis de astilleros y las huelgas de trabajadores de la estiba han afectado a este sector. ¿Cómo se ve la industria naval en la actualidad? ¿Ha podido superar estos obstáculos?
Las ventajas de la industria 4.0 son aplicables también a los astilleros (Astilleros 4.0 o Astillero Digital) e incluyen una mejora de la productividad, la mejora de la eficiencia de los recursos, la reducción del consumo energético, del tiempo total de inactividad de los equipos, del mantenimiento, también se reducen los defectos y el tiempo de salida al mercado de los productos.
La principal clave de esta revolución se basa en los datos. El cambio de paradigma desde el enfoque en activos físicos a la optimización de cómo los datos, tratados como un valioso activo, influyen y son explotados y compartidos a través de toda la cadena de valor y del ciclo vital del producto.
Los empleados, clientes, procesos, empresas, productos y máquinas producen cantidades masivas de datos. La generación, recogida, procesamiento e intercambio de datos a través de las empresas, ubicaciones y sistemas de dominios, así como dentro de las cadenas de suministro y valor, y su transformación en datos inteligentes, son esenciales para aprovecharse de los catalizadores de la Industria 4.0.
La semana pasada los Ingenieros Navales y Oceánicos hemos celebrado nuestro 56º Congreso nacional anual y el Lema ha sido el de Océano 4.0 y toda la problemática y retos que para astilleros y navieras suponen las nuevas tecnologías.
Hemos podido comprobar y sorprendernos con niveles de avance que no pensábamos ya se estuvieran dando, y que son eslabones básicos, para con el debido apoyo de las diferentes administraciones facilitar su implantación y recuperar, incluso, actividad industrial.

¿Qué futuro le augura al sector de la industria en nuestro país?
Si conseguimos que todos los implicados apoyen el Pacto de Estado por la Industria, el 4.0 es una gran oportunidad que, si la sabemos aprovechar, nos puede hacer volver a recuperar actividad industrial. Por eso, hagamos nuestra parte como Ingenieros y presionemos como Sociedad Civil de la que formamos parte, para que los “políticos” hagan y cumplan con la suya.

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