Lucena, ciudad industrial de éxito

admin 25 de enero de 2013 0
Lucena, ciudad industrial de éxito

Frente al resto de la provincia de Córdoba, caracterizado por la escasez de industria y el predominio de la agricultura, Lucena se configura como una ciudad con una importante actividad industrial, donde destaca, en primer lugar, un dinamismo creciente y una diversificación manifiesta en su estructura. Lucena comienza un rápido crecimiento económico convirtiéndose hoy en uno de los principales centros industriales de Andalucía. Sin perder su industria del sector primario -Lucena es la segunda productora de aceituna a nivel mundial tras la ciudad jienense de Martos, además de ser un importante centro vinícola de la Denominación de Origen de Montilla-Moriles-, Lucena es hoy la segunda productora de muebles del país tras Valencia y la primera productora de frío industrial -80% de la producción nacional, entre otras industrias, las cuales aglutinan la mayor parte del empleo del municipio, extendiéndose a los colindantes. Sus empresas suministran máquinas y mobiliario a establecimientos comerciales de hostelería nacional e internacional. Constituyen así alianzas estratégicas con industrias que fabrican otra tipología de productos, tales como baños, electrodomésticos, etc.

Estando integrada casi en su totalidad por pequeñas y medianas empresas en su mayoría del sector de la madera y del frío, las industrias manufactureras, donde se incluyen las de productos alimenticios, madera, corcho, textil…, tienen un importante peso específico, destacando entre otras las ligadas a los recursos agrarios de la zona.

Cabe destacar que esta población posee un ritmo de crecimiento superior al del resto de la provincia de Córdoba y al de la Comunidad Autónoma, posiblemente fruto de su potencial industrial y las grandes expectativas creadas como foco de trabajo para las localidades cercanas.

La agricultura cede el paso a la industria

La estructura agraria lucentina se basa sustancialmente en el sistema de monocultivo  olivarero (siendo el término municipal de Lucena uno de los que más olivos posee de  toda Andalucía) propio de esta zona andaluza donde subsisten áreas menores de  cultivo cerealista, que se compatibiliza con la producción vitivinícola. De las 3.263 hectáreas que abarca el Municipio algo más del 95% corresponden a tierras de cultivo. El olivar, principal sector agrícola, ocupa un 76,50%, seguido del viñedo con un 6,30%.

Hasta el segundo tercio del siglo XX, Lucena era una ciudad agraria más en esta zona septentrional de la provincia. Su actividad económica se fundamentaba en los tradicionales cultivos mediterráneos: olivo, trigo y vid, acompañados de una modesta industria para la fabricación de objetos artesanales en bronce y una incipiente carpintería. Fue a mediados de los años 1960 cuando el panorama de la ciudad experimentó un cambio radical. De una parte, un grupo de vecinos constituyó una sociedad cooperativa para la producción de máquinas frigoríficas destinadas a instalaciones de hostelería. Por otro lado, el desarrollo turístico de la Costa del Sol incidió indirectamente sobre la población al recibir algunos de sus carpinteros el encargo de fabricar muebles para el equipamiento de hoteles y apartamentos. Ambas industrias crecieron incesantemente, llegando al extremo de que se han convertido en el principal soporte socioeconómico de la población, desplazando al sector agrícola y a la industria tradicional.

El mueble lucentino, un emprendedor

La apertura de un nuevo mercado para el sector del mueble, orfebrería y decoración en la exrepública soviética de Kazajstan es sólo un ejemplo del volumen de crecimiento de la industria del mueble en Lucena. Pero este auge no nació ayer.

El primer tercio del siglo XX presenció un gran desarrollo del mueble artístico lucentino, elaborado con maderas nobles, que desde el estilo modernista derivó hacia un estilo considerado “nacional”.

La Exposición Iberoamericana de Sevilla repercutió en el aprecio general por el mobiliario lucentino de estilo. En la misma se presento el estilo “jacobino”. No obstante, el estilo más difundido fue el renacimiento o “castellano”, que conoció un enorme auge. En estos muebles se incorporaron motivos heráldicos con trabajados bustos de guerreros o personajes históricos, dando paso a una pujante industria.

En términos generales, en la provincia de Córdoba hay un total de 760 empresas fabricantes de mobiliario de madera para el hogar, de estas empresas el 40% se encuentran en Lucena. Estas empresas han conseguido en los cinco últimos años un mayor crecimiento y un aumento del afianzamiento en los diferentes mercados internos, superior a la media nacional, así como un incremento de la presencia en los mercados exteriores, fundamentalmente la UE.

La crisis también afecta a la comarca

El sector mobiliario autonómico ha crecido a nivel de exportaciones, pero tal vez ese crecimiento esconde una seria crisis que se está viviendo en Lucena hoy en día. Este dato positivo esconde la llegada, desde hace unos años, del mobiliario chino a nuestro país. Desde la Unión de Empresarios de Lucena, Jaime Verdú, su Secretario General, ha manifestado que “la crisis ha sido devastadora, como un tsunami, sobre todo para el sector de la madera y de la construcción”. Un clima que ha provocado la destrucción del 75% de la industria de la madera. Pero este estado de crisis, recibió el año pasado una buena noticia. El grupo valenciano Hidalgo´s instalará en Lucena una fábrica de muebles de baño y hogar. Una iniciativa que el grupo decidió poner en marcha en el municipio cordobés cuando la otra opción era el mercado chino.

Dice el gerente Grupo– Hidalgo’s, Juan José Hidalgo, que eligieron Lucena por las instalaciones que encontraron para su ubicación -una antigua fábrica de muebles-, por la maquinaria a buen precio que consiguieron y que ya estaba en las instalaciones, por el tejido empresarial tan importante existente en la ciudad lucentina y por la gran cantidad de proveedores con los que hacer negocio, a lo que suman las buenas comunicaciones y la proximidad de la comarca con los puertos de Sevilla y Algeciras, desde donde les llegan y envían la mercancía. En palabras del propio Hidalgo, asegura querer “crear riqueza y generar negocio aquí» y que «ahora lo que hay que hacer es producir a precios competitivos». Su teoría es sencilla y afirma que la mayoría de potenciales clientes europeos y latinoamericanos comprarían antes un producto español que uno chino aunque éste cueste un 5% más, «pero ahí está el límite; hay que ser realista, si lo vendemos un 10% más caro, comprarán el fabricado en China», insiste el directivo. Por el momento, a los catorce empleados con los que contaba la empresa en Lucena se sumaron cincuenta más.

Pero el problema principal del estado actual de la industria del mueble lucentino está en la falta de créditos bancarios. “A día de hoy, no tenemos los recursos necesarios para atender a la demanda de Kazajstan, aunque se está intentando competir hasta la extremaunción”, comenta Verdú. Este mercado soviético solicita un tipo de inmueble con una madera muy concreta para la que hay que hacer una inversión de hasta 100.000 euros y, sin fondos propios, es muy complicado atender a estas iniciativas empresariales.

El sector del frío se está manteniendo flotante en estos últimos años de crisis económica, extendiendo su mercado a los países asiáticos y de Norte América. A pesar de este estado de mejoría, cualquier ayuda es buena. El pasado mes de julio, la Confederación de Empresarios de Córdoba (Ceco) y la Fundación Centro Tecnológico de la Madera y el Mueble de Andalucía (Citma) firmaron un convenio para desarrollar un proyecto de mejora de la gestión de presentación de proyectos de pymes del sector del frío industrial a licitaciones internacionales. Su objetivo es ayudar a las pymes del mueble de refrigeración para que incrementen sus posibilidades de éxito a la hora de optar a contratos internacionales.

Con esta iniciativa, Ceco y Citma pretenden dinamizar la actividad de las empresas del mueble de refrigeración industrial, que tiene su epicentro en Lucena, donde genera numerosos empleos y se ha convertido en un gremio clave para la economía de la localidad.

A pesar de estos duros años de recesión económica para Lucena, que ha visto como desaparecía progresivamente una buena parte de su industria del mueble, con el cierre de empresas y el incremento del paro, la ciudad ha seguido incrementando su población, con un ritmo menor, pero sostenido, y el pasado mes de agosto se superaba la barrera de los 43.000 habitantes, como confirma el alcalde de la ciudad, Juan Pérez. Para el regidor lucentino, este dato demuestra que la ciudad “mantiene el pulso a la crisis, a pesar de todo”. Aunque el paro supera las 5.000 personas, lo cierto es que la población inmigrante continua estable. La inmigración extranjera sigue estando en torno al ocho por ciento respecto a la población nacional, la más alta de la provincia.

Esta es la situación actual de Lucena que, con los polígonos industriales construidos en los últimos años –como el Parque Príncipe Felipe, el Pilar de la Dehesa o Los Polvillares-, ocupados en un 40%, comprueba como la crisis ha hecho que se paralicen muchos proyectos pero que estarán dispuestos a aflorar en el futuro. Según palabras del propio alcalde, “hay una masa empresarial que ya está buscando nuevos nichos de mercado, apostando por la exportación y reinventándose a sí misma y eso se va a notar en breve, a poco que cambie la tendencia de los mercados”.

 

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